La necesidad de acudir a un psicólogo no surge necesariamente en una etapa difícil, en muchas ocasiones se puede asistir a terapia en un momento bueno y obtener resultados muy beneficiosos. Debemos concebir la idea de ir al psicólogo como una forma de actuación preventiva y resolutiva.
Mi nombre es Anna Salazar y estoy al frente de este gabinete de psicología. Cuando alguien solicita mi ayuda, me centro totalmente en el paciente y elaboro un plan de actuación de manera personalizada.
Tengo la firme convicción de que cada persona necesita una terapia diferente, sus circunstancias son distintas y en consecuencia las estrategias y herramientas utilizadas también han de serlo.
La orientación cognitiva conceptual es la base de mi formación y en consecuencia de mi manera de trabajar. Además de las sesiones que se llevan a cabo en conjunto, elaboro una serie de actividades y registros que aconsejo realizar entre ellas para que se pueda ir avanzando, viendo resultados más rápidos y también para facilitar la propuesta de nuevos objetivos.
La implicación y motivación es básica para un cambio. Yo, como profesional, me comprometo a hacerlo.
La finalidad principal de la metodología de trabajo que empleo es conseguir que el paciente se sienta cómodo y se exprese lo mejor posible y con total naturalidad. Totalmente consciente de que la primera sesión es difícil y extraña, desde mi posición procuro entender la perspectiva de la persona que está al otro lado sin emitir juicios de valor personal.
Durante todo el proceso de tratamiento llevo a cabo un seguimiento particular y un apoyo personal.
Consigue un equilibrio personal y resuelve tus dudas, te acompaño en este proceso de cambio.